Copa África, de creativos a extremos

Las miradas entrelazadas e indescifrables, no necesitamos las palabras porque ni tu ni yo deseamos saber, como dice la canción, llevando esta duda que nos hace tan feliz.

Réquiem para los creativos, eso nos refleja la Copa África, comenzando desde las llamadas potencias hasta los denominados chicos.

La numeración no es todo lo que ha cambiado, por ejemplo la famosa Costa de Marfil opta por abrir la cancha con Gervinho y Kalou o Bakari Kone dejando en la medular a los líticos Yaya Toure y Didier Zokora.

Ghana experimenta la transición generacional, discutido pero obligatorio momento para hacerlo . Desafectado Sulley Muntari por indisciplina y liquidado Michael Essien por lesión , todo el peso recae sobre André Ayew, hijo del mítico Abedi Pele, por si fuera poco soportar dicha estirpe.

Por otro lado, Camerún deposita en Emana (Betis) sus esperanzas creativas. Con cambio de ritmo el ex jugador del Toulouse gusta aparecer por la banda y completar la acción con una diagonal.

La interesante Burkina Faso pone en Jonathan Pitroipa (Hamburgo) sus poderes ofensivos, a tal punto que Charles Kabore también fue ubicado por la zona central cuando en el Marsella siempre lo hace como lateral o interior por la derecha.

Lejos los días de Jay Jay Okocha o Abedi Pele, hoy los seleccionados africanos tienen como miembros superiores a la velocidad y potencia y a los inferiores en la habilidad e improvisación. La pregunta es: ¿alcanzara para ganar un Mundial?

Te observo y me miras, si la diferencia es imperceptible la intención lo es mas, porque algunos dicen y otros hacen y los que hacen algo dicen.

Geremi Njitap, un mini galáctico

Estos primeros días empalidecen o maquillan lo que real mente importa o lo que realmente nos importa, porque en la balanza de las prioridades lo que se impone no es la igualdad, son nuestros intereses.

A comienzos del siglo la ola de galácticos empezaba a teñir la liga española con esa fiebre de millones , y de figuritas de carne y hueso que iban con todo y por todo.

De sobra conocidos los nombres de Steve McManaman y Nicolás Anelka, pero otros, tal es el caso de Geremi y del bosnia Elvir Baljic, totales desconocidos pero abalados por John Toschack .

Descubierto por el gales en el impronunciable Genclerbirligi, Geremi llegaba como una especie de centrocampista con caída hacia la derecha, al menos eso decían los que lo habían apreciado en el balompié turco.

Sin llegar al estrellato Geremi consiguió levantar la Champions League, tampoco alcanzo la titularidad en la casa blanca y aun así recibió la llamada del nuevo gigante del futbol europeo, el Chelsea.

Claudio Ranieri lo conoció bien en sus días en la madre patria y la visión del italiano lo ubicaba como lateral derecho dejando a un lado el mediocampo. Bicampeón ingles ya bajo el mando de José Mourinho volviendo a ser uno mas y haciendo pensar; ¿Qué buen representante debe tener?

Con pegada y despliegue , se vio amenazado en la selección por el desaparecido Lauren Bisan, sobre todo cuando este ultimo hizo una gran campaña con el Mallorca, corroborándolo en el Arsenal.

Descendió a la primera división (segunda en todos lados) con el Newcastle, despertando mi interés cuando al parecer el seleccionador Paul Le Guen le ha encontrado un reemplazante en el incontrolable Somen Tchoyi.

Cuando el tiempo avanza el olvido se acrecienta y cuando la memoria amnésica habla, el olvido imperturbable escucha.

Los goleadores anónimos

Cuando la tarde fenece y la noche aparece una luz brilla súbitamente y mientras la flama encandila, la pluma escribe.

Los estandartes del gol del futbol africano tienen nombre y apellido ; Didier Drogba, Samuel Eto’o, Emmanuel Adebayor(increíble el crecimiento del togolés). Pero hay otros de insípida fama o poco interés, no por sus cualidades balompedicas, sino por su ausencia involuntaria de las grandes ligas.

Los Alpes suizos cobijan al goleador de tres continentes, Seydou Doumbia, una de las frutas mas apetecibles del viejo mundo.

Desembarco como un anónimo en el Kashima Reysol de Japón, siendo descubierto por los ojeadores del Young Boys, club con el que tenia un vinculo contractual hasta el 2012 el cual se rompió por culpa del CSKA Moscú.

Hombre con olfato, que le encanta penetrar desde afuera hacia adentro, pero que se ve opacado o casi marginado por Drogba, Dindane, Kalou, entre otros.

A principios de la temporada Arístides Bance despertó mi interés y mas aun me ilusiono al pensar en el trió que formaría junto a Mamadou Dagano y a Jonathan Pitroipa. Para los que no me entienden me refiero al combinado de Burkina Faso.

Dejando de lado el tema selección debo mencionar que Bance no es un debutante en las ligas europeas, tuvo experiencias en Bélgica y Ucrania.

Ayudo al ascenso del Mainz y después de un inicio resplandeciente en la máxima división ha ido perdiendo brillo. Delantero que tiene en el juego aéreo su principal arma, un hombre de área, con desmarque y buen rematador. No es hábil pero posee una gran zancada.

Un viejo conocido que aun no goza de la popularidad de otros y que aun no prueba el vestuario de un grande, es Aruna Dindane, uno de los muchos marfileños que tienen a Drogba como principal obstáculo.

Despunto en el Anderlecht obteniendo respeto y consideración. Francia le abrió las puertas pero descendió con el Lens, para posteriormente volver a la máxima categoría y optar por enrolarse al Portsmouth de Kanu, Belhadj y Yebda, es decir, una sociedad africana en el reino.

Un viejo conocido de la bundesliga, a sus 29 años quiere por fin alcanzar el estrellato. No es fácil y peor aun su irregularidad se lo impidió o se lo impide.

Mahamadou Idrissou, miembro del seleccionado camerunés ha visto como su vida futbolística transcurre entre conjuntos de menor calibre, aun así fue mundialista en tierras asiáticas, aunque nadie recuerde esto.

Ex atacante del Duisburgo y ahora del Friburgo, con verso no hay esfuerzo, pero con capacidad hay posibilidad y ya sea como extremo o centrodelantero merece una oportunidad, al menos eso es lo que demuestra.

De los sueños todos hablan pero pocos se fían y los que se fían no confían; aunque el principio es uno solo o mejor dicho es un sueño, porque la vida es sueño, pero los sueños no necesariamente son vida.