jueves, 20 de agosto de 2009

Obafemi Martins: de urraca a zorro

“La fe y la razón no deben estar reñidas”. Mientras escucho las palabras de una madre, comprendo lo incomprensible, el amor de una progenitora.

Muchas promesas no salen de eso, otros lo hacen pero realmente no reciben lo que se merecen. Obafemi Martins apareció súbitamente en el Inter de Milan; desenvolviéndose con libertad y haciendo gala de su velocidad y sus destrezas para la gimnasia, sobre todo en sus celebraciones.



Martins comenzaba a ser una estrella , el único capaz de suplantar al desafortunado Nwanko Kanu ( mediáticamente porque sus características difieren bastante) pero esta idea se fue desvaneciendo mas aun con la aparición de los hermanos Uche y su devaluación en la Premier.

“no hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no logra destruir” leía con atención, mientras pensaba con emoción.
Negado el centrodelantero clásico en las ofensivas nigerianas , la presencia de los atacantes velocistas es frecuente y por ende la competencia también.


Makinwa, Kalu Uche (Almeria), Ikechukwu Uche (Getafe), John Utaka (Portsmouth). Muchos son los nombres, pocos son los puestos – me parece que llegare tarde al trabajo - y la nefasta ultima temporada del Newcastle hicieron de Oba Oba un habitante de la tierra del olvido.

Parecía otro caso como los de Salifou, Derek Boateng o Manucho, pero lo que diferenciaba a Martins era su regularidad; la cual le ayudo para hallar una salida, y esta lo teletransporto a la Bundesliga, al Wolfsburg.

Como es de extraña la vida, que te sonríe y te desprecia cuando menos lo esperas; y si la suerte la hace uno, Martins será su autor y principal lector.

Lo que el escribano crea, pocos lo entienden,

y a lo que él se refiere, nadie lo comprende.

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